El municipio Guaicaipuro dio un paso significativo en la humanización de sus servicios al inaugurar la primera Sala de Tanatología, un espacio diseñado para ofrecer dignidad, respeto y acompañamiento a las familias que atraviesan el dolor de una pérdida. La nueva sala funcionará en las instalaciones de la Funeraria Municipal de Los Teques.
La Tanatología es la disciplina que se enfoca en el estudio de la muerte y el acompañamiento en el proceso de duelo. En este contexto, una sala tanatológica es un área digna y adecuada, acondicionada para la entrega de los fallecidos y el reconocimiento del cuerpo, ofreciendo un espacio de espera, privacidad y contención emocional y psicológica para los familiares.
El alcalde Farith Fraija, enfatizó que este logro forma parte del vértice de humanizar la gestión pública, destacando la importancia del acompañamiento del Estado en momentos cruciales.
“Me decía un buen amigo que hay cuatro momentos en donde nunca puede faltar la atención por parte del Estado: el nacimiento, la formación, la alimentación y la despedida del plano terrenal. En medio de la priorización, a veces dejamos por fuera un conjunto de servicios como este, en donde siempre es necesario que entendamos que es un momento donde debemos acompañar a la familia, a los deudos, a las personas que sienten nostalgia, el dolor del que perdió un ser querido”, precisó Fraija.
Para materializar esta sala, se contó con la asesoría especializada del tanatólogo certificado Franklin Quintana y el apoyo de Jonathan Colina del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), así como del Comisario General Jefe Jean Carlos Rodríguez, de la División de Investigaciones de Delitos Ambientales y Maltrato Animal del CICPC, entre otras instituciones.
La Dra. Carolina Materán, Directora Estadal del Senamecf – Miranda, explicó que “este espacio, está diseñado para ser un ambiente de baja estimulación, con condiciones de iluminación tenue y acústica controlada que facilitan el proceso de reconocimiento y despedida en un marco de paz y serenidad”.
Dijo que la tanatología, como disciplina de acompañamiento, requiere de un entorno que minimice el estrés y maximice el respeto hacia quienes han partido y sus seres queridos. “La creación de esta sala es un paso significativo para ofrecer un entorno más humano y sensible, lo que requiere sensibilidad, empatía y un profundo respeto por el dolor ajeno”, afirmó la Dra. Materán.




