Cuando se hable de los mejores entrenadores de boxeo de Venezuela, siempre habrá que mencionar al tequeño Ovidio Almeida. Desapareció físicamente en octubre del 2003, pero en la capital mirandina lo recordamos con mucha frecuencia pues por más de 30 años transmitió sus enseñanzas en el Gimnasio Manuel Mota a varios de sus colegas, y docenas de atletas las ponen en práctica para brillar y arrasar en escenarios nacionales e internacionales.
Desde muy niño se interesó por los deportes. Practicó atletismo, voleibol, baloncesto, béisbol y fútbol, pero al hacerse adolescente, prefirió el pugilismo. Sus padres no deseaban que practicara ese deporte tan exigente, sin embargo nada fue lo suficientemente fuerte para disminuir su deseo de convertirse en buen peleador, y lo logró.
En esa disciplina pudo mantenerse entre los mejores de su división, peso welter, durante cuatro años, hasta que decidió abandonarla para convertirse en entrenador.
Finalizaba la década de 1960 cuando en un pequeño cuarto del Estadio Guaicaipuro, en la ciudad del clima ideal, y gracias al Instituto Nacional de Deportes, seccional Miranda, Ovidio Almeida fundó el primer gimnasio para boxeo en la entidad.
A esa instalación llegó en 1975, para inscribirse en sus clases, un extraordinario grupo de muchachitos vecinos de los sectores Pan de Azúcar, El Nacional, Brisas de Oriente y Buenos Aires, entre quienes estaban nada más y nada menos que David Grimán, José Español, también los hermanos William y Eloy Rojas. Tenían tantos sueños y ganas de pelear que el maestro puso especial interés en ellos, los preparó y los convirtió en los mejores de Guaicaipuro, de Miranda, de Venezuela y del mundo.
En 1979, David Grimán, Eloy y William Rojas se coronaron campeones municipales y, en septiembre del mismo año, conquistaron la medalla de oro estadal y el boleto para asistir al Campeonato Nacional Infantil de Cumaná.
David y Eloy deslumbraron a todo el mundo en ese evento, en el que conquistaron las medallas de oro en sus divisiones. Volvieron a repitieron tres años más tarde en la categoría juvenil, por lo que en corto tiempo fueron llamados por la Federación Venezolana de Boxeo para integrar la selección de nuestro país.
Una década después, David Grimán se tituló campeón mundial súper mosca y, cuatro años más tarde, Eloy Rojas le siguió los pasos en la división pluma.
Prensa Alcaldía de Guaicaipuro